RSS

Estamos trabajando para usted


(...) y ayer fue un día de altos y bajos, creo que uno de los más "bajos" en muchísimo tiempo, de hecho hace bastante que no lloraba de tal manera, literalmente me chorreaban los mocos y era algo incontrolable que no podía parar. Creo que ni cuando murió mi abuelita lloré así, sentí como si me estrujaran mi músculo cardíaco lentamente con un alicate y después usaran un mortero para rematarlo, el llanto descontrolado me transportó a recuerdos de mi infancia, creo que desde esa época no veía correr tantas lágrimas en mí, me dieron ganas de volver a aquél entonces, ser niño una vez más, me dieron ganas de volver al momento en que iba a comprar al negocio de la esquina tomado de la mano de mis dos hermanas y me hacían saltar, era tan genial sentir que podías volar... quise estar una vez más sentado en el living de mi casa, dibujando mientras mis hermanas tejían, insistiéndoles en que me enseñaran a mí, aunque por más que trataron nunca pude hacerlo, sólo quería ser un niño nuevamente para poder llorar sin que me miraran raro... Quería muchas cosas, quería ir de camping, quería conocer la cordillera y quería ir a pescar, quería estar en un bote (en realidad iba  a ser una balza hecha artesanalmente) en medio de la laguna esperando por atrapar un pez, quería sentir esa sensación de estar espectante por ver qué cosa "mordería el anzuelo", quería probar un pescado "pescado" por mí, asarlo en una fogata y disfrutar de una noche estrellada, quería tantas cosas... quería saber lo que era celebrar un catorce de febrero, quería experimentar eso del "día de los enamorados", pero creo que me di cuenta que es tan solo un día más, previo al quince y posterior al trece, un simple domingo como cualquier otro, al menos así será para mí. No hay mucha diferencia, llorar, reír, sensaciones necesarias que nos hacen sentir vivos, pero por más que lo intento no encuentro esa chispita, tal vez sea verdad y como dijiste la magia murió, el castillo de Walt Disney se derrumbó y mató a todas las princesas, el reino encantado desapareció y hasta las brujas oraron un momento para pedir perdón. Aquí me quedo yo, perdido entre palabras y oculto tras las mascaras que he diseñado para cada día: un día alegre, un día feliz, otro día inocente y un día vanidoso, pero en el fondo no seré otro que el mismo marcelo que resultó, el mismo marcelo que ahora está muerto.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Copyright 2009 Me complico solo. All rights reserved.
Free WPThemes presented by Leather luggage, Las Vegas Travel coded by EZwpthemes.
Bloggerized by Miss Dothy